EL PRI Y SU FRACASADO RETORNO

Un triángulo opaca el regreso del PRI

De los resultados preliminares de los comicios que tuvieron ayer en 14 estados se desprende que, conforme a las expectativas, el PRI está de regreso, al menos en términos cuantitativos. Sin embargo, mal harían los priistas en echar las campanas al vuelo y dar por hecho desde ahora que recuperarán la Presidencia de la República en el 2012, pues por ahora tiene como dique un triángulo compuesto por los estados de Puebla, Oaxaca y Sinaloa.

En esas tres entidades no hay nada para nadie, pues las encuestas de salida registraban ayer en la noche empate técnico.

De confirmarse los resultados preliminares y los datos que arrojaron algunas encuestas de salida, el candidato de la alianza PAN-PRD-PT-Convergencia al gobierno de Oaxaca, Gabino Cué, ganó las elecciones de ayer.

Con este triunfo —si se confirma— no se posiciona de manera clara alguno de los partidos involucrados en la alianza opositora; lo que se posiciona y de manera importante es el proyecto político de Andrés Manuel López Obrador.

Gabino Cué le debe su avance electoral al ex candidato presidencial del PRD, con quien realizó el año pasado, un recorrido por todos los municipios del estado.

En torno al senador con licencia de Convergencia confluyen muchas corrientes políticas y de expresión, moderadas y radicales, pero ninguna identificada con la derecha.

De confirmarse lo que hasta la entrega de esta colaboración eran solo resultados preliminares y encuestas de salida, Oaxaca se convertirá en cabeza de playa del obradorismo para organizar desde ahí el intento de tomar Los Pinos —mediante los votos— en el 2012.

Hasta ayer, el panorama también era incierto para el PRI en los estados de Puebla y Sinaloa, en donde las encuestas de salida registraban empate técnico.

Sinaloa tiene su propio valor emblemático, por todo lo que rodeó el proceso electoral y por el impacto que tendría para el PRI perder ese bastión del norte del país, ante un político que hasta hace unos meses era uno de los suyos.

En el mejor de los casos, el PRI tendrá que acudir a los tribunales a intentar definir resultados a su favor en ese disputado triángulo.

El PRI, decíamos al inicio de esta entrega, está de vuelta en términos cuantitativos, pero no necesariamente en términos cualitativos ni estratégicos.

No se puede soslayar el mérito de este partido de haber recuperado los estados de Tlaxcala, Aguascalientes y Zacatecas, que estaban desde hace 12 años en manos de partidos distintos, pero no se trata de estados clave, como lo es Oaxaca.

Quien esto escribe se incluye entre quienes subestimaron los alcances electorales que podrían tener las alianzas entre el PAN y el PRD, celebradas por el primer partido como una medida desesperada para frenar al PRI y por el segundo para sobrevivir.

Más allá de los conflictos de carácter ideológico y ético que aún tendrán que resolver los dirigentes del PAN y del PRD con su militancia, ambos podrían salvar el pellejo si logran que se confirme el triunfo que presumen en el triángulo de la discordia.

En cuanto al PRI, lo que ocurra en este triángulo será determinante para su futuro. Este partido deberá mantener la serenidad si no quiere que las expectativas que se ha generado hacia el 2012 se derrumben en un conflicto interno.

El hecho para celebrar es que no se desbordaron los ánimos y que, salvo incidentes en algunas regiones, la violencia no suplantó ayer a la voluntad popular.